Crustáceos cigalas marisco

Las cigalas

¿Qué pensarías si te decimos que hoy vamos a hablar de un crustáceo decápodo macruro reptador perteneciente a la familia Nephropidae? Ni idea ¿verdad?

Tranquil@, se trata de la cigala, una golosina de mar similar a la langosta que posee, diez patas, unas largas pinzas espinosas de desigual tamaño y es muy apreciada en nuestra gastronomía por su exquisito sabor.

 

Dónde habitan y como se capturan las cigalas

Habitan en galerías que ellas mismas excavan en los fondos marinos de arena fina a unos 600-800 metros de profundidad de las que sólo salen al amanecer o anochecer para alimentarse, sobre todo de peces pequeños, moluscos, crustáceos y gusanos.

La cigala es capturada mayoritariamente con técnicas de arrastre de fondo en zonas como la costa atlántica, el mar Adriático y el mar Mediterráneo.

Los huevos quedan adheridos en la parte inferior de las cigalas hembras y las crías tardan unos dos años en alcanzar la edad adulta.

 

¿Sabías que debido a su escasez en algunos caladeros se utilizan redes para su pesca con espacio más grandes para que escapen los ejemplares más pequeños?

 

Su valor nutricional

Las cigalas son unos de los crustáceos que aportan menos calorías porque tienen un bajo contenido en grasas.

Además, son ricas en proteínas, selenio, minerales como el yodo y fósforo, vitamina B12 y niacina. Sin embargo, su alto contenido en colesterol requiere de un consumo moderado.

 

Comprar cigalas online

 

Sabor y cocinado

La cigala tiene un sabor a mar, dulce y suave y la carne blanca y firme de la cabeza, cola y pinzas es absolutamente exquisita.

Para su cocción hay que añadir las cigalas a una olla con agua hirviendo y una vez comience a hervir de nuevo dejarlas tres minutos para posteriormente enfriarlas un minuto en agua fría con hielo para que su carne quede tersa.

Se puede cocinar de muy diversas maneras como en sopas, arroces, al vapor o simplemente a la plancha cortada a la mitad con el caparazón hacia abajo.

Sácale el mejor partido y disfruta de su sabor.

 

¡Feliz final de verano y hasta la próxima Olemarisquer@s!