Hoy vamos a hablar un poco de nuestro mar, del entorno que baña nuestras costas y que nos da la vida cada día.
Porque nuestras costas esconden mucho más que las playas y nuestro riquísimo marisco y pescado. Nuestro mar es muy distinto del resto de España por su ubicación y por las distintas condiciones que lo rodean.
Sus aguas
Al estar cerca de desembocaduras de grandes ríos, el agua de nuestras costas es en su mayoría sedimentaria, por las partículas que arrastran los ríos durante su cauce. Por lo tanto, es normal que nuestras aguas sean turbias y que a veces no permita una visibilidad de más allá de un metro. Por su cercanía con el Estrecho de Gibraltar suele ser una zona de grandes corrientes y muy ricas en nutrientes, traídos a veces hasta de América por los vientos y las corrientes atlánticas.
Su fondo
Su fondo es un lecho arenoso con islas submarinas de rocas. Están un poco profundas, sí, por lo que es complicado encontrarlas y verlas buceando, pero esconden una actividad rebosante de vida donde viven esponjas, corales, gusanos, medusas y verdaderos bosques de gorgonias. Son pequeños oasis de color y vida dignos de observar.
En el lecho arenoso también hay vida, y es que allí viven nuestra reina, la gamba blanca de Huelva, coquinas, caracoles…
Vida
Debido a nuestra localización, las costas de Huelva tienen una flora y una fauna muy diversa y de distintos tipos, pudiéndose encontrar especies de la costa africana, atlántica y mediterránea en cualquier punto de nuestra costa. Y es que la cercanía de estuarios y marismas aportan una gran cantidad de nutrientes que atraen a muchas especies de lugares cercanos.
Así que ya sabes, nuestras costas no son solo lugares donde bañarse y disfrutar de su pescado y marisco, que también, sino que son únicas en toda la península y que merecen ser reconocidas también como un lugar digno de apreciar, disfrutar y, sobre todo, cuidar.